MARÍA

Conocí a María siendo yo muy pequeña, cuando ella tendría unos 26 años y vino a vivir con su hermana Consue y su madre al barrio que se fue creando alrededor de nuestra alquería.  Anteriormente habían vivido en la calle Pelayo, donde María se inscribió en la Falla Cervantes-Padre Jofré. Estás fotos pertenecen al año 1953. María tenía entonces 16 años. ¡Hay que ver lo bien que le quedaba el traje…!

Desde que se casó vive en mi propia manzana. Ni ella ni yo nos hemos movido del barrio. Desde su balcón de la calle Borriol también se divisa el parque infantil en donde se ubicaba hace años nuestra alquería.

María era muy bella de joven y lo sigue siendo de mayor. Pero sobre todo es bella por dentro. Es una mujer extraordinaria. Es emprendedora, activa, resolutiva, generosa y muy cariñosa. Escucharla hablar es una caricia para los oídos y para el alma. 

Cuántas veces a lo largo de los años me ha llamado para decirme que vaya a por coca de aceite o pimientos asados o cualquier otra cosa y yo sin dudarlo, no he tardado ni cinco minutos en presentarme en su casa, donde me siento como en la mía propia.

También la llamo o voy a verla de vez en cuando y siempre nos alegramos mutuamente en cada encuentro. De hecho, me metí a rebuscar entre sus álbumes y rescaté fotografías tan bonitas como estas. Había cantidad de ellas en las que yo aparecía, porque hasta que se casó y tuvo sus propias hijas, yo era la única protagonista.

En la actualidad, María tiene 84 años y mantiene el espíritu tan joven como cuando la conocí. Vive con su marido Paco que decidió un día llevar su cabeza a pasear por otros lugares. María lo cuida y salen a dar una vuelta con su perrito con el que Paco parece que se entretiene.

A María la quiero tanto o más que si fuera de mi propia familia y la seguiré queriendo el resto de mi vida. 

©️ AMPARO NOGUERA 2021