EL TRIBUNAL DE LAS AGUAS DE VALENCIA Y MI FAMILIA

    Como valenciana de la huerta de la Vega de Valencia y concretamente la perteneciente a la acequia de Mestalla, mi familia ha estado vinculada al “Tribunal de las Aguas de la Vega de Valencia”. Todos los que sois valencianos lo conocéis sobradamente, pero para aquellos que terminen de aterrizar en Valencia, voy a explicaros en qué consiste. Para no aburrir trataré de hacerlo en modo “sencillo”.

    La Vega de Valencia es una parte de territorio de la comarca oficial de la Huerta de Valencia dentro de la Comunidad Valenciana y cuyas huertas están regadas por las acequias que parten del río Turia.

    Todo empezó cuando el imperio romano utilizó Valencia como “despensa alimenticia” de sus huestes durante la conquista de Iberia. Fueron ellos los que introdujeron cultivos de la vid, cereales, olivos y otros. Pero los cultivos necesitan el agua para crecer y fue en periodo islámico durante la Edad Media cuando los musulmanes que estuvieron presentes en la ciudad de Valencia desde el año 711, crearon una importante red de infraestructuras de irrigación llamadas “acequias”, una obra hidráulica en forma de zanja o canal que se encargaba de repartir el agua de riego desde el río Turia hasta los campos. Consta de un canal principal o “acequia madre” y también de una serie de brazos secundarios que llevan el agua a pueblos o partidas concretas, conocidas tradicionalmente por diferentes nombres (brazo, fila, roll, etc.). Asimismo, se van subdividiendo en nuevas acequias secundarias. Abderramán III en el año 960 tuvo la ocurrencia de legislar el uso de estas canalizaciones y de esta manera ha llegado hasta nuestros días. Pero fue Jaime I el Conquistador en su Fuero XXXV en 1238, quien reconoció y confirmó al regadío valenciano los mismos derechos que tenía en tiempos de los árabes: “El agua está unida a la tierra y cada propietario tiene derecho al caudal que le corresponde en proporción a la tierra que posee.”

    Con esta disposición real, el Tribunal de las Aguas se reuniría a las 12 del mediodía en la puerta de la Catedral porque muchos musulmanes tras la Reconquista continuaron cultivando nuestras huerta y su religión les impedía entrar en una iglesia cristiana. Y se realizaría siempre en jueves, por ser la víspera de su fiesta.

      Acequias que se rigen por el Tribunal de las Aguas son ocho: Mestalla, Rascanya, Tormos, Rovella, Favara, Mislata y Quart-Benàger-Faitanar. Los regantes de cada acequia se rigen por unas Ordenanzas y forman una Comunidad y estas Comunidades tienen una Junta Rectora elegida democráticamente, cuyos cargos duran entre dos y cuatro años. Al frente de la Junta está el “Síndico”, miembro de la Comunidad de Regantes por el derecho al agua que le otorga el poseer tierras. Es el máximo responsable de cada acequia y tiene la obligación de formar parte del Tribunal de las Aguas sin cobrar remuneración alguna. Un Síndico ha de ser un labrador propietario de sus tierras y debe trabajarlas directamente. Ni un propietario que no trabaje sus tierras ni un jornalero podrán ser nunca Síndicos. Es necesario también que tenga una extensión mínima de tierras para vivir de ellas y que sea “un honrado labrador de buena fama”.

    El desarrollo del Juicio es sencillo. Un juicio oral y rápido que se realiza siempre en lengua valenciana. El Alguacil pide permiso al Presidente y cita todas la acequias. En el caso de que haya denunciados, entran en el recinto (constituido por una valla a media altura) el denunciado y el denunciante, junto con el Guarda de la Acequia. Se plantea el caso y tras defenderse, aportar pruebas o testigos, el Tribunal emite el veredicto y absuelve o condena a pena, costas y daños y perjuicios. Una frase muy conocida que se utiliza durante el juicio para dar el turno de palabra al siguiente es “calle voste i parle voste”.

    Después de más de mil años El Tribunal de las Aguas de la Vega de Valencia sigue teniendo vigencia. Ha sido elogiado y respetado por todos los regímenes políticos y sistemas de gobierno. En el año 2009 la Unesco incluyó al Tribunal de las Aguas en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

    Recuerdo que de pequeña mis padres me contaban que mi iaio Nelet formó parte del Tribunal de las Aguas, siendo Síndico de la Acequia de Mestalla que es la que correspondía a los terrenos que poseía y cultivaba en la huerta del Camino de Algirós en los alrededores de nuestra alquería. No tengo fotos suyas en la puerta de la Catedral, pero en la época reciente mi tío José Darder, fallecido en 2015 y casado con mi tía Paquita Navarro, hermana pequeña de mi madre, fue Síndico y de él sí que existen fotografías publicadas formando parte del Tribunal.


Fuente: “El Tribunal de la Aguas De la Vega de Valencia”, 2004

 

 


 

Comentarios

  1. Muy instructivo tu artículo, Amparo.
    Curiosamente, en Fitero, tienen un sistema similar de riego, también heredado de los árabes, que estuvieron hasta el siglo XII por allí. Tengo que averiguar cómo se resuelven los conflictos, para ver si hay algo similar a vuestro Tribunal de las Aguas.

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    1. Gracias Santi. Seguramente habrá similitudes. Ya me contarás.

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