HISTORIA DE UNA EMPRESA VALENCIANA

    Hoy os voy a relatar la historia de una empresa autenticamente valenciana que todos habéis visto por la ciudad pero de la que seguramente desconocéis el origen. Está empresa está vinculada a mi familia desde su creación en el año 1900 y sigue desempeñando sus funciones en la actualidad.

    Para entrar en contexto os recordaré algunos datos históricos.

    El siglo XIX fue funesto para España con sus guerras, revueltas, desórdenes, inestabilidad política, económica y laboral, epidemias de cólera, etc. Situación esta de la que no se escapó Valencia.

    Con el nuevo siglo, los tranvías de la capital dejaron de ser tirados por caballos para funcionar por tracción eléctrica. Blasco Ibáñez publicaría “Entre naranjos”.

        Empezaba a regir en España la referencia del meridiano de Greenwich para el régimen de las horas en los servicios oficiales. Se contaban las horas empezando por la 1 y terminando por las 24. Apareció en el mercado un ómnibus que transportaba 24 pasajeros a 15 km/h y camiones que cargaban 5 toneladas de peso y alcanzaban la nada despreciable velocidad de 8 k/h.

    Pero las tierras de los agricultores estaban cansadas de la sobre explotación, debido a las tres o cuatro cosechas anuales cultivadas en ellas y necesitaban abono orgánico. Para obtenerlo, los labradores de la huerta de Valencia y de pueblos cercanos, entre los que se encontraba mi yayo Nelet, acudían con sus carros tirados por caballos a recoger la basura de las casas de la ciudad.

    Con la llegada del nuevo siglo, en 1900 mi yayo y los labradores llamados “fematers” de la Vega de Valencia, decidieron unirse y formar La Sociedad de Agricultores de la Vega de Valencia (SAV). Al igual que los históricos gremios de Valencia, creó su bandera del estilo, forma y color de las gremiales, con su heráldica propia en cuyo centro está el escudo de la ciudad rodeado de aperos de labranza y frutos de la tierra.

     Buscaron un abogado y la dotaron con personalidad jurídica propia para mejorar el común servicio de la “replegà del fem” trabajo que hasta entonces hacía cada uno por su cuenta y riesgo. Crearon un cuerpo jurídico, técnico y social, con reglamentación propia con el fin de atender todos los problemas que pudieran surgir del desarrollo de su actividad.

    Por las noches, durante muchos años, provistos de farolillos, fueron con sus carros renqueantes hasta la capital, donde volcaban en ellos el contenido de los pozales de basura que les dejaban en las puertas de las casas.

        Aprovechaban en su trayecto hasta la ciudad, para llevar sus productos hortícolas que por la mañana vendían en los mercados ellos o sus familiares.

    También vaciaban pozo ciegos, pues no existía alcantarillado y se llevaban excrementos de cuadras y caballerizas que luego unían con arena o paja y con ello “femaben els camps”. Así, poco a poco, la empresa evolucionó, de carros rudimentarios se pasó a carros con ruedas neumáticas, con cajas metálicas y finalmente a flotas de camiones que se han ido modernizando con los años.

    Algo que caracterizaba a la Sociedad era su amor por la Virgen. La imagen de la Virgen de los Desamparados fue entronizada en la Sede de la Sociedad de Agricultores de la Vega de Valencia. La cual preside su sala de juntas y se decidió cada 8 de mayo, celebrar una Sta. Misa en la Basílica de la Virgen seguida a continuación de una comida de fraternidad entre los socios.

    En 1993, la Sociedad, dentro de su mecenazgo cultural y de amor a las tradiciones valencianas, patrocinó la construcción de una Roca a la Mare de Déu del Desamparts decidiendo que la imagen fuera lo más parecida a la primitiva, despojada de todo aditamento y barroquismo. Años después, en 1998 la empresa patrocinaría también la restauración del Palacio del Temple.

    Hoy en día los socios accionistas de la SAV son los herederos directos de aquellos agricultores, que en ningún momento dudaron en avalar con sus tierras y patrimonio, cada vez que fue necesario para la mejora de la empresa.

    Aquella empresa que mi iaio y un grupo concreto de agricultores fundaron, continua desempeñando sus funciones de recogida de residuos y además ha ampliado su objeto social al mantenimiento de parques y jardines, depuradoras de agua y otros servicios.

    Ha sido la primera empresa del sector en la Comunidad Valenciana que ha logrado el certificado EMAS (Eco-Management and Audit Schem) que Es el Sistema Comunitario de Gestión y Auditoría Medioambiental de la UE. Se trata de una normativa voluntaria que reconoce a aquellas organizaciones que han asumido como obligación la excelencia en el comportamiento medioambiental, más allá de la normativa.

    La historia de cómo se creó la empresa me la contaron decenas de veces mis padres. También conocí durante mi juventud momentos de ampliación de la misma.

   Los datos concretos los he extraído del libro que me regaló mi padre, “la Restauracióndel Sacro Convento del Nuestra Señora de Montesa” (Palacio del Temple), de Baltasar Bueno Tárrega.

 



 
 

 

Comentarios

  1. Gràcies, Amparo, per culturitzar-nos. M'ha encantat que ens hages contat l'orige de l'empresa i la teua relació amb ella.
    La teua família va tindre una vida molt interessant.
    Alguna cosa em vares dir fa temps i des d'aquell dia, em fixe molt, ja que en el meu poble els contenidors son del SAV.

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